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Se acabó la fiesta para pocos, ahora "todos" debemos pagar las facturas

Recientemente se celebró la Asamblea Ordinaria Anual del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires. En ella se debía considerar la Memoria y Balance, el presupuesto del ejercicio anterior y el del año 2012, además del aumento de la matrícula y la cuota anual.

El balance fue aprobado por mayoría oficialista sin ser considerado y sin explicación alguna. Eso se llama aprobar a libro cerrado. El oficialismo dice que vota de esa manera porque tiene confianza en la actual conducción. El resto, la minoría, no estuvo de acuerdo porque el balance arrojó un déficit (rojo) de 1.000.000 en los libros (en la práctica es mucho más porque hay un juicio laboral contra el Colegio ganado en primera instancia por $600.000). Es inexplicable que haya gente que no quiera saber por qué existe semejante déficit realmente. Y la verdad que exigirle a los matriculados que vayan a controlar los comprobantes contables al Colegio es un desatino. Son las autoridades las que deben rendir cuentas no los matriculados los que deben estar revisando papelitos. Por ejemplo, la moderadora del foro institucional El Lenguaraz no se cansó de mandar a todo aquel que tuviera una inquietud sobre las finanzas y administración del Colegio a enviar un correo a la dirección del Consejo Directivo. Lamentablemente el Consejo Directivo no se dio por aludido y hasta el momento no ha respondido ni acusado recibo de ninguno de los mensajes enviados por los que pedimos explicaciones. El viernes 16 de diciembre respondió un pedido de explicaciones presentado en la mesa de entradas del Colegio negándose a aceptar crítica alguna, diciendo que no le corresponde crear un órgano fiscalizador porque está fuera de sus atribuciones (…) y alegando que la situación financiera del Colegio no es grave sino delicada (???) y que los contadores que hicieron el balance dijeron que estaba todo bien (…). Del resto mejor ni hablar.

Cuando asumió la actual conducción el superávit era (en números redondos) de $1.200.000, el primer año descendió a $700.000, el segundo año a $400.000 y el tercer año llegó a este déficit de más de un millón de pesos. Todo esto consta en los respectivos balances oficiales del Colegio. Aunque alguien quisiera mentir, son las cifras oficiales publicadas por el Colegio. Al principio el Consejo quiso culpar del déficit a la caída de las legalizaciones de traducciones de idioma chino e italiano; sin embargo, es fácil comprobar que la caída comenzó ya el primer año de su gestión, posible y sencillamente porque se gastó más dinero del que ingresaba. Por supuesto, en cualquier empresa un déficit de más de un millón de pesos implicaría la renuncia o el despido de todos los responsables.

A las pruebas me remito, y salvando las distancias, en el suplemento Economía y Negocios de La Nación del domingo 18/12/11, página 10, se informa con el título “Avon echa a su CEO de más de una década” que “Andrea Jung dejará gradualmente la compañía de cosméticos debido a los malos resultados económicos […]”. ¡Qué suerte que tienen las consejeras del CD que no reconocen autoridad superior ante la cual rendir cuentas ni trabajan para Avon!

El CD, en lugar de rendir cuentas como era de esperar en la Asamblea invitó en cambio a una reunión después de esta en una sala del Colegio que no alberga a más de 200 personas (a las asambleas nunca concurre tal cantidad de matriculados) para explicar, según sus propias palabras, a “toda” la matricula las medidas tomadas para reducir el déficit y en qué situación se encuentra el juicio laboral contra una ex asesora legal del Colegio. En la asamblea a regañadientes la presidente del CD tuvo que aceptar que esta ex asesora había sido su compañera y amiga en la facultad, madrina de uno de sus hijos y recomendada por ella para ocupar el cargo. Es inexplicable también que la presidente del CD no pudiera convencerla de llegar a un acuerdo amistoso ante la inminencia de un juicio por $600.000 que saldrán inevitablemente de las arcas del Colegio si el tribunal superior confirma la sentencia de primera instancia.

Me han comentado hace unas horas que a la reunión no asistieron más de 40 matriculados y que la mayoría de las “explicaciones” que se dieron ya habían sido dadas a conocer en la Asamblea. Por supuesto, esa reunión será utilizada por el CD para decir que ya informó a toda la matricula sobre las medidas tomadas para paliar el déficit. Es lo que habitualmente dice la presidente de ese órgano del Colegio y no veo por qué esta vez no dirá lo mismo, tal vez la escuchemos decir: “Si los matriculados no vienen, no participan, yo no tengo la culpa”, o algo por el estilo. La cuestión aquí es que ella sabía de antemano, como yo, que la concurrencia sería insignificante.

El presupuesto del año 2010/2011 merece un párrafo aparte. El Consejo Directivo presentó un presupuesto ante la Asamblea el año pasado pero luego en el transcurso del año modificó las partidas a su gusto. Es decir, por ejemplo, si había dicho que gastaría en Telefonía y Correo $190.000 durante el año le pareció poco y gastó $230.449, lo que implica un desvío de 21,29% cuando las normas contables sugieren que no debe haber un desvío superior al 5% y que no respetar un presupuesto es faltar a la voluntad de los asambleístas que el año anterior habían aprobado el mencionado balance. O por ejemplo asignó al rubro VI Congreso Latinoamericano $300.000 y finalmente usó sólo $8951, es decir el resto lo usó en otro rubro que no estaba presupuestado. Y realmente hay que errarle feo, calcular 300.000 para un Congreso y gastar sólo 8 mil.

Ahora este año parece que la cosa cambió ya que para el mismo rubro: VI Congreso Latinoamericano se presupuestó $650.000, veremos cuánto se gastará esta vez. Esta mañana recibí un mensaje en el que se informa todavía internamente (no a toda la matrícula) la cancelación de este Congreso por la escasa inscripción de participantes, parece ser que lentamente las autoridades, ante la realidad de sus finanzas, han comenzado a entrar en razón y a aceptar lo que muchos matriculados le dijimos en la asamblea pero se negaba a escuchar.

Toda esta información sobre los números consta en la Memoria y Balance del Ejercicio Nº 37.
La explicación que da Beatriz Rodríguez de por qué no se enteró del embargo de la sede de Callao es algo rebuscada, ¿se me permite decirlo así, educadamente? Ella dice que como el oficio del embargo lo tramitó la otra parte el Colegio no tiene porqué enterarse. Yo como abogado puedo decir que para que exista un embargo primero la parte que lo pide debe, a través de su abogado, solicitarlo por escrito y presentar el escrito en el expediente. Si el juez del caso cree que es necesario el embargo para garantizar el pago de la indemnización determinada en la sentencia, autorizará el embargo, mediante un escrito firmado por el juez autorizándolo y que también debe estar en el expediente. Luego la parte que pidió el embargo, a través de su abogado, presenta en el expediente un escrito (oficio) con la transcripción de la autorización del embargo por el juez para ser presentado en el Registro de la Propiedad para que quede registrado el embargo en el historial de titularidad de la sede de Callao, por supuesto el Colegio debe ser notificado, y aunque no fuera así el abogado del Colegio debe ir al tribunal a ver el expediente continuamente, y también puede consultarlo en línea. No hay excusa para que las autoridades del Colegio no supieran que existía un embargo autorizado desde el 7 de septiembre de 2011. No estoy hablando de la mucha o poca relevancia que tenga el embargo trabado sobre una sede del Colegio, sino que somos testigos, una vez más, de un relato muy extraño sobre un hecho que es muy simple (¿se acuerdan de los dictámenes orales de los constitucionalistas que estaban pero nadie sabía nada y luego por arte de magia aparecieron por escrito, el foro de debate del proyecto de ley que no se abría por una cuestión técnica entre foro y lista, la relación con la ex asesora que menciono arriba, etc., etc., etc.?)

Como no quiero aburrirlos, y aunque hay muchas cosas más para decir, por el momento no los aburro más y espero que con esta información puedan reflexionar sobre qué clase de dirigencia necesitamos.

Alejandro Petersen

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